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¡ Qué grandes los chicos de @makeronilabs !
Luis, Fergus y Esther, en su charla ayer lunes a los alumnos de quinto, nos contaron lo sencillo que puede resultar conseguir algo cuando te lo propones y encuentras a otros que buscan lo mismo que tú.
Desde un local del barrio zaragozano de la Madalena, que bien podría ser el garaje de cualquiera de nosotros, son capaces de imaginar cómo cambiarían el mundo. Y resulta que con bajo presupuesto, gran voluntad y sobre todo haciendo lo que les gusta, acaban diseñando un prototipo que se convierte en ganador del concurso internacional KFC Space Apps 2015, premio que les llevó a visitar la NASA.
Unas gafas que permiten a quien las porta con la mirada indicar a un robot el movimiento que debe realizar. Esas gafas permitirán a los astronautas en el espacio manipular el cuadro de mandos sin necesidad de pulsarlo. Tan solo con la mirada. Pero ¿qué más se podría hacer con ellas?, ¿tal vez permitir a un paralítico escribir señalando con la mirada la letra a pulsar? … Nos lo enseñaron, ¿tal vez mover una silla de ruedas sin tocarla, simplemente mirando el pulsador de que permite ir a izquierda, derecha o seguir de frente? … Nos lo enseñaron.
Juntos simulamos el despegue de un cohete igual que si estuviéramos en Cabo Cañaveral y entusiasmados nuestros alumnos escuchaban a un joven de 25 años, muy cercano a ellos que les contaba como su hobby podía cambiar el mundo arrancando aplausos espontáneos de los pequeños.
Se trata de una asociación cultural, nada que ver con sus trabajos diarios. Se reúnen en fin de semana y simplemente inventan. Les explicaron a nuestros alumnos que si de verdad creían en algo, si algo les gustaba, buscaran a gente que pensara como ellos y juntos emprendieran.
Nos contaron como el mismo invento que les llevo a visitar la NASA, les permitió ser finalistas en Dubái para un premio de un millón de dólares que convocaba a 800 emprendedores como ellos del cual, esta vez quedaron en sexto lugar. ¿He dicho como ellos? Los diez primeros, entre los que se encontraban ellos, eran Universidades de prestigio de todo el mundo (equipos pertenecientes al MIT y a universidades como Stanford o Berkeley). Bueno 9 universidades y la pequeña asociación cultural de un barrio de Zaragoza.
Sus inventos les llevaron a visitar “el hormiguero” donde los presentaron como “esta es la gente que mueve el mundo”. En aquella ocasión presentaron el prototipo de lo que en un futuro podría ser una camiseta que reconociera los obstáculos del entorno y enviara señales a la persona que la llevara avisándole para que lo esquivara. Una camiseta destinada a ser los ojos de un ciego. A Esther, a raíz de aquella visita, le ofrecieron trabajo y ahora forma parte del equipo de ciencia del hormiguero que hace posible todos los días todos los experimentos que presenciamos, prepara el arte del hombre de negro y diferentes secciones del programa. Los chicos ya no sabían si preguntar por los cohetes de la NASA o por si es cierto que el hombre de negro nunca jamás sonríe.
Grandísima lección que nos trajeron ayer los chicos de Makeroni Labs. Nosotros emocionados y agradecidísimos por su visita, ellos asombrados de que sus pequeñas hazañas pudieran deslumbrar a unos pequeños de los que sin duda algún nuevo Makeroni saldrá.
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